Busto de Homero. Museos Capitolinos - Roma |
Quiero aclarar que cuando era chico, odiaba la historia, era algo totalmente aburrida, chata, acartonada y podría seguir. Tal vez por la forma de enseñarla en el colegio, tal vez por mis otros intereses.
Recuerdo un día en la secundaria, 2 año si no me equivoco, pasaban los días y la misma rutina, mirar el reloj y ver cuanto faltaba para pasar a la próxima materia y así hasta salir.
La materia era extrañamente Lengua y Literatura (NO HISTORIA) ese día Carlos, nuestro profesor, encarga lo que seria el libro a leer y analizar en los próximos meses.... La Iliada y La Odisea de Homero, yo por lo menos no tenia ni la menor idea de que trataba pero pensaba que era mas de los mismo. Llegue a casa y dije que debía comprar esos libros, sin mostrar mucho interés.
Fui a una librería de barrio y me hice de los ejemplares, creo que estaban de oferta.
A partir de esa noche, todo cambio....
No podía creer que en un libro se contara lo que estaba leyendo, algo tan atrapante, interesante, que pateaba el tablero de la solemnidad con la que estaba acostumbrado a lidiar hasta ese momento.
Tan solo con conocer a Aquiles, Agamenón, Héctor, Priamo y todo el entramado en torno a Helena, sentia que esa lectura cobraba vida, los viajes de Ulises, la espera de Penélope, etc, todo era nuevo y atrapante para mi.
No podía creer que en un libro se contara lo que estaba leyendo, algo tan atrapante, interesante, que pateaba el tablero de la solemnidad con la que estaba acostumbrado a lidiar hasta ese momento.
Tan solo con conocer a Aquiles, Agamenón, Héctor, Priamo y todo el entramado en torno a Helena, sentia que esa lectura cobraba vida, los viajes de Ulises, la espera de Penélope, etc, todo era nuevo y atrapante para mi.
La verdad es que eso me abrió la cabeza para comenzar a investigar donde quedaba Troya, Atenas, Grecia y a su vez, encontrarme con su historia, sus personajes reales y mitológicos.
A partir de ahí, fue un efecto domino, si me interesaba Grecia, en algún momento del camino me iba a topar con Egipto y como dice el viejo dicho popular de que todos los caminos conducen a Roma, tampoco iba a poder escapar de esa telaraña que es gran parte de la Historia.
A partir de ahí, fue un efecto domino, si me interesaba Grecia, en algún momento del camino me iba a topar con Egipto y como dice el viejo dicho popular de que todos los caminos conducen a Roma, tampoco iba a poder escapar de esa telaraña que es gran parte de la Historia.